29.12.11

Jines azules.
Decí que te acordás sino este ardor en los ojos va a seguir proliferando. Encima no tengo guita para un sweater.
En prisiones oníricas de barrotes azules y donde la lluvia es de vidrio, un golpe de éxtasis para amortizar el viaje hasta allá y acompañar la vuelta.
Un sueño eterno para negar los vuelos. Después encendemos las linternas para sentir que estamos caminando sobre la línea, que estamos caminando bien.
Una vez creí era anacrónico y que la gente no me correspondía pero resultó ser que era yo el que estaba offside en el tiempo.
Después de aguantar la respiración un buen rato puedo decir que estoy ok.
Unas bránqueas y una aleta desde el omóplato para esquivar soles.
Quiero mis jines azules.