29.6.12

Siesta.
En ojotas que se caen por el movimiento del lomo de las nubes y el viento que me hace cosquillas en la planta de los pies.
Muerdo el algodón y la panza se ríe. Me agarro fuerte tirándole del pelo al cielo. Mis ojotas!
El sol se da cuenta y me da vergüenza por eso se me sonrojan las mejillas.
Me suelto y caigo en la cama paraguaya de seda de la araña que se enoja y le afloja el nudo para que caiga de sentón al piso.
Uso de escalones esas hojas talle 43 para subir a la casa del árbol de la palmera hipertiroidea. Me trepo de sus costillas y le arranco los ojos, llego arriba y me quedo dormido.