Accidente y occidente.
En el oeste esta el agite. Tambien la imprudencia.
Es cualquiera eso de que toda la vida te pasa en un segundo. O mi vida no tiene highlights o todo sucedió en menos del segundo.
Lo sabía, sabía que era mas que humano y menos que una divinidad.
La invencibilidad me hizo erigirme en el tropiezo. Aunque la adrenalina me volvió a tierra con su ausencia.
La carne aprende pero el metal es insensible.
Por eso estoy escribiendo en Guardia.
Es una distancia temporal, ya volveremos a reinar, Susana.
Las fuerzas ya menguaron.
Accidente en occidente.