1.11.09

 Utopía.
Nacida de la mente y ejercida como la zanahoria de los caballos.
Hoy te deformaste y me pusiste arenas en los ojos, no eras lo que esperaba. Fuiste mucho mejor, fue raro porque yo tenía, ya, tallada mi utopía. De hecho probé varios antes de decidirme, por desgracia (¿por desgracia?) ninguna con suerte.
Es que como todas las pasiones se deben dejar ser.
Si a vos te gusta una nube no vas a arrancarla del cielo, porque a vos te gustó de esa manera, cuando la viste ahí en lo alto donde pertenece.
No estoy haciendo apología al comunismo, estoy hablando de dejar todo lo que amás, ser.
Esa flor que vos miraste y te atrajo lo hizo porque estaba donde pertenecía, en su tierra y vos solamente querés etiquetar todo, tomar posesión, adueñarte del mundo y guardarlo en tu bolsillo. NADA es tuyo.
Pero yo sí te pertenezco, al menos vos me fuiste a buscar yo no te llamé.
No es que me conforme con las derivaciones, quiero creer que eras lo que andaba buscando.
No sé vos pero mi utopía ahora tiene nombre y apellido.
L'esprit de l'escalier