1.7.10

Amanita. 
Soñé que me alimentaba de la luz. Estático pero verosímil, cortés, gentil y tímido.
Pero nunca falta la hormiga que te hostiga, me susurra algo que no puedo entender por las cosquillas que me da por hablarme por detrás del oido.
Sus pies como ejército y coreografiado hacen las veces de mariposas estomacales. Me río pero cierros los ojos.
Todavía no sé si es por las manos del rubiecito o porque sé que soy finito.
Es hora que padezca para que otros puedan coger.