18.5.10

Castillos infalibles.
Y es tanta la ansiedad que miro por la ventana a cada rato esperando (forzando la casualidad) que pases otra vez.
Ajjj, por qué todo tiene esa mirada.
Hoy quise forzar la casualidad..... entonces estoy forjando la realidad, empujándola. Intentando meter mano a los ejes.
La garganta es blanca y de algodón y la cabeza de oro.
Supongo es la ambición la que me llama.