18.9.11

Luna diet.
Le debo la vida a los molinos.
Cuando quise correr noté mis pies estaban en un barro que usaba mi propia fuerza para alimentarse.
Es como si por un instante todo ocurriera a 120fps y yo me abstrajera pudiendo verme atrapado para poder pensar una forma de escape.
 Atrás mío venía una horda de calaveras hambrientas (con qué sentido?) para mi suerte un brazo del molino estaba a mi alcance, me tomó por la el cuello de la camisa y me elevó hasta la luna que no era redonda por un mordisco que le dí.
 Si no me creen pueden ver las manchas que se le ven, dicen que son cráteres pero son las marcas de mis dedos.
Ese pedazo hizo que estalle por toda la ruta cosmológica por desobediente. Censuraron la carne y en su lugar se pueden ver pequeñas partes brillantes que algunos llaman estrellas.
Un castillo puntiagudo me señala un bosque de polen, el mismo donde caí y me hice pájaro. Como tenía miedo a las alturas solía usar un paragüas para descender y un globo para elevarme.
Si no hubiese sido por aquel molino yo seguiría despierto.