7.4.12

Justicia.
Hace 40 años sucedía en noches de narices subrayadas, rechonchas y la razón era detener la aglomeración, defender la elite autoritaria.
Hace 11 años la excusa era la urgencia, detener los vicios y alimentar la desesperación. En todo ese caos, el orden permanecía porque la persona que salía con la compra en sus manos no era arrebatada por la siguiente que iba detrás.
Hoy el déjà vu sigue latente, emerge ese estado de ánimo, esas ánimas del suelo rajado por el desabastecimiento. La profecía quiere resurgir, pero para que el déjà vu no se cumpla tengo que estar despierto 48 horas, 24hs en en actividad, 12hs en ayuno y las 6hs restante no se sabe porque hasta el momento no hay registro de alguien que haya podido lograrlo.
Si hubiese sabido, en vez de mirar esa película habría aprovechado para descansar antes de empezar el ritual.
La supervivencia está en contra de la fe religiosa, a veces se alimenta el más fuerte, otras el que tiene más coraje. Si no riñe, se intimida y ahí es donde las vísceras hacen la formita del corazón. 
Como una competencia de quién pestañea más rápido, quién eyacula más rápido el temor. El resultado puede ser el atrevimiento que se convierte en hazaña o 4 años de aislamiento.
La oscuridad no es dañina, es su uso la que le da esa reputación. Es como decir que el cuchillo que se usa para cortar el pan tiene genes homicidas solo por tener una dentadura perfecta.
Otra vez aparece el orden en escena, pero si la contaminación es inminente y todo está empapado debajo del agua ¿cómo es que pueden decidir quién ordena y quién obedece?.
Tienen que haber 3 primeros discapacitados, un sordo, un mudo y un ciego o mejor aun un 3ro que cumpla con todos los requisitos a la vez.
Deidades caprichosas, discrepancias en ideas, dinero y corrupción fueron los encargados de impartirla.
Es que sin falta no es necesaria la tercer fuerza, pero es con ella que se desata el instinto.
Si el perdón tuviera fuerza sería capaz de dominar la mente del actor pero es el espanto el que gobierna.
Entonces no pedís justicias, querés venganza.