31.7.10

Parásito.
Cuando extirpás el temor de tu cuerpo no notás que el parásito se fecunda. Es el deseo eterno de comprender.
Ser todo para ser nada. Lo único que te identifica es escondido por las nuevas ingestiones.
 La tentación se convierte en hambre y da por frutos confusiones y la ruptura de la moral.
El cuerpo no sufre mutaciones, la mente es la que padece. Y buscás, con esto, que la locura sea la cordura.
Lo más grotesco abusa y enamora a lo más hermoso.
 El manjar de todo vampiro es una mujer y más cuando se encuentra con el período. Carece de sangre y es eso lo que lo tortura.
Está muerto y por ende padece de impotencia.
La búsqueda de presenciar el pasado te corrompe y crea nuevas definiciones y problemas. Si mi yo del pasado se acuesta con mi mujer, ¿se considera infidelidad?.
Si hago un 69 conmigo, ¿es masturbación?.
Llega un punto donde querés saber quién sos. Los cambios te cambian.