16.5.11

Tonalidades de grises.
Estábamos comiendo con unos amigos y a 4 mesas estaba el que llegó más temprano. 
No me animé a hablarle, pensé quizás al hacerlo podría interrumpirle su plan para entablar una charla conmigo.
 En ocasiones, en tiempo de ocio, me gusta inventar el mundo. Más que nada su estructura, su columna vertebral.
Entonces digo que las ideas no ocurren, están presentes todo el tiempo en el éter y van pasando como en una cinta magnética, ahora, porque antiguamente este proceso era manual. Y nosotros somos los que nos topamos con ellas y nos las apropiamos y sin que nos vean (pero se nota porque miramos a los costados queriendo que se den cuenta de una vez por todas que estamos hurtando el patrimonio). Pero claro, ese proceso no está presente en nosotros y damos por sentado que se nos ocurrió una idea.
 De esta misma manera creo con vehemencia en el guión. Desconozco el escritor, tampoco importa. Y con algunas de nuestras acciones (producto de nuestras "ideas") buscamos cagar el final. Como esos cuando estás en un espectáculo y gritan algo para hacerse más graciosos que el espectáculo en sí.
 Una prueba, en caso de que esto vaya a la Corte, sería la medicina. Si esta profecía se cumple irían a la hoguera, acaso no se dan cuenta que intentan evitar el plan divino.
 Lo mismo ocurre con el tiempo, no es más que un invento nuestro. Los otros usan un sistema de medición más perfecto y por ese motivo somos imperfectos. Por usar un nivel con otitis. No existe el tiempo, pero en nuestro ocio, como el mío, tratamos de medirlo. Pero que no se olvide que no se lo puede ver accionando sino hasta después cuando deja surcos. Asi de arrogante es, que aunque supliques sigue siendo inexorable. A diferencia nuestra a medida que va creciendo se hace más jóven. Una suerte de Benjamínes.
 Si mi deseo es comer, ya lo hice. Esto me deja inquieto porque ya tuve el deseo de perecer pero no hiedo. Quiero verte y consumirte, hacerme de tus atributos y darles apellido. Como una herradura vacuna.
Acá no podés dañar, el deseo no es acción pero sí sucede al revés. Nada es verdad, todo está permitido.
Apostando al lugar justo en el momento preciso (justo)