15.5.11

Zahara.
Es el vagón que cargaba luz de tarde, están de vuelta después de un día de laburo agotador. Y del otro lado del andén, en el tren de ida, las sombras que caso contrario tienen que marcar tarjeta.
 Algunos son serenos, otros patovas. Otros parias se los pueden ver tirados abajo de un puente y si el inspector anda rondando se pegan al techo.
 No creo que haya pica entre ellos pero me resulta chocante ver que no haya habla. Quizás hay comunicación pero no se pueden tocar o yo soy incapaz tanto de comprenderlos  como ellos a mí.
Depende el horario las masas están a favor de una parte o de otra. Y cuando se besan es un  genocidio.
Contraste.